"Y te
afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías
tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan
vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el
hombre" Deuteronomio 8:3
El desierto simboliza nuestro
crecimiento espiritual, en el cual somos alimentados con el maná, como una
leche espiritual. Y la presencia de Dios está con nosotros, a pesar de nuestras
fallas y errores. En el desierto somos de esclavos, en guerreros de la fe. En
el desierto, aprendemos a depender de Dios, no hay recursos para sobrevivir
humanamente hablando. El desierto es también un filtro, donde quedan postrados lo
rebeldes y desobedientes. Allí quedan los todos los que no se someten, al
Señorito de Cristo, porque hay que someterse bajo su Señorío. Hay mucho pueblo
de Dios, que anda dando vueltas en el desierto por su rebelión, y desobediencia
a la Palabra. Dios te bendiga !!!
Fernando Regnault