La buena conciencia...
"manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos" 1 Timoteo 1:19
Poco o nada se predica hoy día sobre la conciencia, esa vocesita interior, ése sentir que viene a nuestro corazón cuando vamos a hacer algo impropio. El apóstol a través de sus cartas, le da suma importancia. Esa voz procede de la ley de Dios escrita en nuestros corazones, es una manera como el Espíritu Santo nos habla y dirige. Tenemos la libertad ó la prerrogativa, de obedecerla ó desecharla. El apóstol nos enseña que debemos cuidarla obedeciéndola, pues de que obedezcamos a ese sentir del Espíritu Santo, depende nuestra comunión con Dios. Los que desobedecen a la voz de la conciencia, su corazón se va endureciendo, y esa voz se irá apagando. Trayendo como resultado lo que dice Pablo: "desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe" . Cuidemos pues nuestra conciencia, no hagamos nada en que nos sintamos inquietos espiritualmente. Detengamonos, y pidamos dirección y sabiduría. "Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo" 2 Timoteo 2:7 Fernando Regnault
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