sábado, 11 de agosto de 2018

El engaño de las riquezas...


 "El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa"    Mateo 13:22          

Todos los creyentes tenemos que luchar con, "el afán de este siglo y el engaño de las riquezas". Son las trampas que el diablo nos pone, a lo largo de la vida espiritual. Ésta parábola se refiere exclusivamente, a quienes han oído la Palabra. Yo por un tiempo pensé, que podía tener lo mejor de los dos mundos. Lo mejor del cielo, y disfrutar de lo mejor de éste mundo. En medio de la prosperidad, con la libertad de las finanzas, nos deslizamos sin darnos cuenta. Estar recibiendo prosperidad y abundancia, nos inclina a pensar que todo lo que estamos haciendo está bien. Realmente las riquezas son engañosas, el Señor me hizo entender, que no podemos servir a dos Señores. Que no podemos tener lo mejor de los dos mundos, porque la amistad con el mundo, es enemistad con Dios. Entendí que es necesario, como dijo Jesús, renunciar a todo lo que tenemos para poder entrar al Reino de los cielos. Esto no quiere decir que tenemos que ser pobres necesariamente, quiere decir que tenemos que seguir el ejemplo de Abraham. A quien el Señor bendijo grandemente, pero no se conformó a éste mundo, sino que fue extranjero y peregrino, en la tierra que Dios le había prometido. Así nos ha llamado Dios, a ser extranjeros y peregrinos, en éste mundo que a su debido tiempo heredaremos. Los que sigan al Señor por las bendiciones, quedarán atrás atados, los peregrinos que no son de ésta tierra reinarán con Cristo, allí quiero estar. Dios te bendiga !!!   Fernando Regnault

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