"Yo Jehová
vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de
Canaán, para ser vuestro Dios" Levítico 25:38
La tierra de Canaán no
simboliza el reino de los cielos, pues no vamos a echar los demonios del cielo,
para nosotros poseer el reino. Cuando pasamos por la disciplina espiritual del
desierto, y somos transformados, de esclavos a soldados de Cristo. Es cuando
estamos listos para enfrentar los gigantes, que nos han oprimido toda la vida.
El Señor no elimino a los gigantes, ni a ningún otro enemigo de la tierra de
Canaán. Tuvieron los israelitas que hacerlo, Claro con la ayuda de Dios. Así
que nosotros somos Canaán, tenemos que conquistar ésta carne, limpiarla de
gigantes, y de todo lo contrario a la Palabra de Dios. Como escribió el
apóstol, tenemos que hacer morir lo terrenal en nosotros. El gigante de la ira,
el de los celos, el de la impureza sexual, el del chisme, etc etc y etc todos
deben morir. Es el trabajo de santificación que debemos hacer. La Palabra dice,
"Y todo aquel que tiene esta
esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro" 1 Juan
3:3 Si no hacemos nuestro trabajo de derrotar
ésos gigantes, no podremos disfrutar de las bendiciones, de "la tierra que
fluye leche y miel". Ésas bendiciones son el gozo, la paz que sobrepasa
todo entendimiento, la presencia de Dios en nuestras vidas. Dios te bendiga !!! Fernando Regnault
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